La comparación con su no muy reciente remake es complicada. Personalmente, prefiero con creces esta versión de 1971; ya sea por la originalidad o por la ilusión con la que mi padre me hizo ver esta película de su infancia. Esta versión me parece mucho más cercana a la novela de Roal Dahl.
Me fascinan los personajes de los Oompa-Loompa, que son una criaturas increíbles, como hobbits azanahoriados a nuestros ojos (los más frikis entenderán el guiño). También le doy importancia a que estos sean distintos en aspecto y voz entre ellos, a diferencia de los más modernos, que parecen haberse reproducido mitóticamente. Les dejo un vídeo con alguna de sus canciones, que sigo cantando por la calle.
No quiero hablaros mucho más de la película, solo un par de pinceladas. Me gustaría recalcar también la excentricidad del señor Wonka cuando Charlie entra en su despacho, la prueba que le pone, o solo la peculiar decoración de la habitación como una importante transmisión y expresión de ideas.
Momentos idóneo para ver la película: lamentablemente, muy tarde es ya para elegir un momento. En mi opinión poco lo han visto como debería verse: en nuestra infancia, en un cine cual Majestic. Espero que aún así podáis disfrutarla.
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